¿Qué es un padre?

Por Iván Delgado

     Breve investigación de arduo trabajo para construir una respuesta que transmita algo de lo que implica o no ser un padre, desde la enseñanza de Lacan, en relación con su constitución frente a un viviente en el mundo.

     ¿Qué podrá ser un padre en la época del Otro que no existe? que pone en marcha una dinámica económica feroz sin precedentes. Una época de hedonismo contemporáneo en donde la demanda del niño y la acción de un padre se sitúa en una época donde “los ídolos están caídos y hay un régimen de descreencia” , una época en donde el desborde y la desorientación producto es del día a día. A tal punto, una civilización que podría catalogarse como “la civilización de la medicación” a efecto de medicar hasta la “existencia” y maximizar la relación de los sujetos con su propio “no quiero saber de eso” .

     E. Laurent, en su texto “Un nuevo amor por el padre” hace un recorrido notorio a través de esta pregunta que subraya la reducción que produce la ciencia y el mismo Lacan -cada cual desde su relación epistémica- a lo que implica ser un padre.

     La ciencia lo realiza en tanto pluralización de la función biológica que hoy es objeto de consumo en los bancos de esperma y la matriz del éxito en tanto “medicina de la re-producción”. Hoy, que una mujer tiene la oportunidad de ser madre prescindiendo de la figura histórica del padre, siendo éste reducido a una categorización a partir de diversas características anatómicas e históricas resumibles en un propio catálogo, en contraste con un sin fin de características anatómicas e históricas que constituyen otros donantes; de la que una mujer, al mejor estilo de amazon.com, puede decidir en qué versión quiere a su hijo y, a través de éste, en presentación de artículo, convertirse en madre (al menos biológicamente). De esta manera, banalizando también el deseo por el viviente a una elección de lo “avaible” “in stock” (Disponible) que por consiguiente dice de su demanda, pero que de ser-madre no dice nada, en ocasiones, de la nada es lo que dice.

     A modo ilustrativo: ¿Es un padre aquél que posee un órgano que posibilita la transmisión de una línea genética? En un orden distinto, ¿Es aquél que por voluntad transmite la prohibición a un viviente? ¿Es esto lo que produce y constituye un padre?

      Lacan en “introducción a los nombres del padre” aplica una deconstrucción del padre freudiano para virar a éste a lo que es un padre lacaniano. En este sentido, un virar de lo universal y eterno del padre tótem -en tanto todo tótem es un Dios- a un decir eficaz del padre que nombre una función y, en consecuencia, una función para el mundo .

     Esta prosecución del padre del mito de “tótem y tabú” de Freud se ve deconstruido en su versión de padre imaginario que nombra la descendencia por la identificación a un nombre, descendencia sin fin, animal… y padre simbólico, el padre del que Lacan sintetiza en su función de nombrar lo particular y no decir nada del “todo . Explica Laurent que la gran ventaja de una función es la de no definir un todo, la cual imposibilita la definición sino por las realizaciones de las variables que constituyen su desarrollo.

     Continua Laurent: El padre en tanto agente de la castración no puede ser más que el modelo de la función, es decir, que el acceso que elige Lacan para la cuestión del padre es el de “uno por uno” de los que se convirtieron en padre. Para definir un padre, Lacan habla entonces de padre-versión, de versiones del padre, una por una .

     El sacrificio o el «akedah» que Lacan suscribe, implicaría el pasar del padre-totem en su estatuto imaginario, al padre de la castración. Un-padre que: “no se sostiene sino por la eficacia de su decir, se sostiene en la particularidad de una relación”

     ¿Y Sobre qué actúa el decir eficaz de un padre? Actúa sobre el deseo de la madre, por una parte como agente de la castración y, por otro lado, como modelo del ideal y la falla. Graciela BrodsKy menciona que el deseo de una madre es escrito por Lacan como una X por ser esto un enigma que llama a su significación por su estrago al sujeto . ¿Qué es lo que mi madre quiere de mí? Será en este punto que tendrá que surgir la formalización lógica lacaniana escrita:

     La sustitución que el decir eficaz del padre introduce en la metaforización del deseo materno a través de la inscripción de un significante en el campo del Otro.

     No obstante, hay otro modo de definir lo que es un padre a partir del objeto “a”. Desde esta noción clínica, entraríamos en el terreno de un pèrversement orientado. Esto quiere decir que el padre hace de una mujer el objeto “a” que causa su deseo, a pesar de que lo que una mujer a-coge y se ocupa es de otros objetos “a” que son los hijos

      En consecuencia, desde esta noción clínica, ser padre es haber tenido la perversión particular de apegarse a los objetos “a” de una mujer . Lacan desarrolla lo que es un padre a partir de un fetichismo particular en donde no se trata de un objeto que no ex-siste, sino de un objeto que la madre ha producido. En este orden, si el niño es un objeto “a” para la madre, se hablaría de un entrecruzamiento de la padre-versión y la perversión materna, la cual, y a partir de esta, el padre produce una separación adecuada entre madre e hijo indiferente de la presencia o no de intencionalidad al ejercer esta operación, o de la voluntad que intente implicar, ya que, como indica Lacan, es un acto de un orden distinto al de la voluntad .

     A esto Laurent agrega que la mayor virtud de un padre no es identificarse a la función: “… debe cuidarse y atenerse a la contingencia de su encuentro con la mujer que se convirtió en madre a causa del entrecruzamiento de los objetos-causa de cada uno. Si un padre se identifica a la función, puede creer que es Dios”. De cualquier manera, tiene la función de mantener una separación de la existencia y el “para todos”

     Ser un padre no es una norma sino un acto que tiene consecuencia faustas y nefastas. Es una función que se refiere a lo real, y aunque nada tiene que ver con la verdad en lo real, no deja de ser lo real del padre un elemento fundamental en el psicoanálisis .

    A partir de la última enseñanza de Lacan, el nombre-del-padre, además, tiene un estatuto pluralizado y es éste un nombre que no solo es tomado desde su función de muerte al goce como se proponía en la etapa de la supremacía simbólica en la enseñanza de Lacan . Es un nombre que, desde la perspectiva borromea, es un síntoma en el que Lacan ubicó un goce opaco producto de un encuentro inaugural con un punto de real de trou-matisme, con el agujero, y que conduce a lo límites del desciframiento inconsciente dando como producto un parlètre, que, en consecuencia: todo el mundo es loco y todo sentido es delirante.

     No obstante, aunque el sentido desprendido del padre viene a ser formulado como un semblante más del que un sujeto puede intentar abarrotar de sentido aquello que se rehúsa todas las veces a ser asimilado por vía de éste. Es al final, un modo de arreglo que sitúa al sujeto en la introducción y consecuente distracción en el lazo social a efecto para con la opacidad del acontecimiento de cuerpo que ocupa la vida entera.

     En conclusión, Un-padre poco tiene que ver con la función biológica, con el órgano reproductor o con una línea genética. Y poco tendrá que ver también con el apellido o la hystorización desde la última enseñanza de Lacan. Sin embargo, en una época situada en el contexto mencionado en donde el hedonismo y una hueca posición subjetiva del No-todo hipermoderno hace del ¡Goza! Un mandato , es el padre una función paradojal que tendrá que ser interrogada padre por padre, desde su deseo y desde su propio nombre-del-padre en tanto goce.

     Un-padre es una función con muchas paradojas en el que podría afirmar en conjunto con Laurent: Ni contigo, ni sin ti.

Referencias Bibliográficas:

1. Miller, J. A. El Otro que no existe y sus comités de ética. 2005.

2. Laurent, E. Entrevista realizada a Eric Laurent, por Diego Rojas. Revista Veintitrés, Buenos aires, Diciembre 2007.

3. Laurent, E. Entrevista realizada a Eric Laurent, por Fabiola Ramon. Folha de San Pablo en París en octubre 2008.

4. Miller, J. A. Sutilezas analíticas. 2011.

5. Miller, J. A. Efecto retorno de las psicosis ordinarias. 2008

6. Laurent, E. Un Nuevo amor al padre. La Cause Freudienne N. 64. Pag. 77-88. 2006.

7. Lacan, J. Introducción a los nombres-del-padre.

8. Idem 6

9. Idem 6

10. Brodsky, G. Locura nuestra de cada día. 2do Seminario internacional del CEIP. 2012.

11. Lacan, J. Seminario 22. 1974.

12. Idem 6.

13. Idem 6.

14. Idem 6.

15. Tarrab, M. En las huellas del síntoma. 2005.

16. Idem 15

17. Miller, J. Todo el mundo es loco. 2013.

18. Sinatra, E. Los nuevos adictos. 2013.

Ilustración: Andrea Stegmaier